jueves, 3 de junio de 2010

Las cosas que nadie ve

Sucede cuando uno se prepara emocionalmente para mostrar una sorpresa que nos de un alivio, confianza y una mayor sonrisa para salir.
Esas cosas a veces pasan desapercibidas; su existencia es tan efímera que ni las palabras merecieran perfectas o existieran para decirlas.
Pasa tan simple que es tan común y burdo su aparecer; lavarse los dientes, ponerse más perfume en el cuello, cortarse el pelo,bañarse y prepararse con anticipación, salir por primera vez con la camisa planchada.
Si las cosas pasan desapercibidas, nos sentimos devastados, anonadados y queremos culpar a la otra persona, a la vida, a Dios, a nosotros mismos, pero en realidad, es así como reflejamos nuestra tristeza, nuestro miedo o quizá sí el enojo.
A todos nos duele, a todos nos lastima. La culpa no es de la otra persona, de hecho sólo son malas elecciones del azar y altas probabilidades del error de lo que transcurrió esa noche, esa tarde. Ese día.

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